Nuestra forma erronea de justificarnos ante Dios es el orgullo a través de "buenas obras" a pesar de que ya Dios dijo que no hay nadie bueno sobre la tierra. Buscamos a través de obras humanistas el manipular nuestras conciencias y lograr engañarnos a nosotros mismos, pero en qué cambia esto nuestra realidad?, en nada, al contrario nos hace mas pecadores al tratar de comprar la salvación y la santidad de Dios con obras corrompidas por el pecado. Es como si el asesino y narcotraficante mas grande del mundo tratara de regalar cunas a los orfanatos de una ciudad y pretender ser perdonado por esta "gran obra de caridad", la justicia de ningún país tomaría esto como bueno y valido, que sera ante el Trono de Justicia Eterna.
Isaias 64: 6 RVC (Version Reina Valera Contemporanea)
" Todos nosotros estamos llenos de impureza: todos nuestros actos de justicia son como un trapo lleno de inmundicia. Todos nosotros somos como hojas caídas; nuestras maldades nos arrastran como el viento!"
Como conozco mi propio pecado y también estuve tratando de justificarme por medios humanistas, se que lo natural en nosotros, es que después de saber la verdad de Dios nunca nos rendimos ante ella, más bien seguimos tratando de justificarnos y decimos: "si, pero esa cita biblica que me diste es del viejo testamento". Entonces miremos lo que dice Romanos 3:19-20, 23-24 y 27 en el nuevo testamento:
" Porque sabemos que todo lo que la Ley dice, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios, porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él, ya que por medio de la Ley es el conocimiento del pecado".
" Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,"
" Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. Por cuál ley? Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe".
El Dios de la creación justificará gratuitamente, si gratuitamente, solo a través de la redención pagada por Cristo, por que solo él fue perfectamente santo y satisfizo los requerimientos de su Padre. Nuestro problema con este plan de Dios es nuestra jactancia, cuando escuchamos esto, nuestro pecado al palpar la verdad nos engaña y nos inclina a desechar la gracia. Aunque la verdad es tan contundente y exclusiva nuestro orgullo trata de buscar una alternativa obstinada y por eso muchos dicen: Si, pero porqué Cristo no ha venido?, que corazón tan duro el nuestro!.
La respuesta queda incluida en Romanos 3:10-12, nuestra injusticia por el pecado no nos permite entender la sencillez del mensaje de Cristo, él nos dice que no tenemos que pagar con la muerte cruel de la cruz para solucionar un problema sin limites y nosotros esquivamos al que se sacrifico en nuestro lugar, que barbaridad, en que terrible condición estamos!. El pecado nuestro no solo es guiado por el orgullo y nublado por la falta de entendimiento sino que ambos unidos nos alejan de buscar al Dios verdadero. Aun lo más lamentable es como no creemos a la verdad, nuestro gran guia la auto-suficiencia nos dirije a buscar a cualquier dios que vaya de acuerdo con el orgullo, es decir, adoramos cualquier cosa o imagen que podamos manipular y cumpla con nuestras ideas de muerte, odiamos al Dios verdadero testificado en la Biblia porque va contra nuestros intereses pecaminosos.
La venida de Cristo no es una promesa a la humanidad, es un proposito del Padre para restaurar la gloria de su reino a través del Hijo en un universo manchado por nuestro pecado, y aunque este proposito incluye el anuncio a sus discipulos de que volveria, ésta no depende de los hombres sino de la veracidad de un Dios a quien le es imposible mentir.
"Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE SOBRE LAS NUBES DEL CIELO con poder y gran gloria. (Mateo 24: 30)
"Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE SOBRE LAS NUBES DEL CIELO con poder y gran gloria. (Mateo 24: 30)
El volverá en el tiempo que solo el Padre tiene en su sola potestad pero las señales previas a su retorno estan delante de nosotros. Busquemos al Señor mientras pueda ser hallado.
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