Dios habló?

El versículo 28 de Hechos 15 tiene una de las frases más llamativas que podemos encontrar en el nuevo testamento. Digo esto porque es común ver en el antiguo testamento por medio de los profetas de Dios y también los falsos las frases “Dios ha dicho” o “vino palabra de Jehová...”  como lo vemos en el libro de Jeremías, pero en el nuevo testamento no es tan común por muchas razones, quizás la principal es que Dios mismo se hizo hombre en la persona de Jesús y nos ha hablado (Hebreos 1:2).

Esta frase “Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros…” actualizada a “Dios me habló” es usada, maltratada, abusada por nosotros exponiendo nuestra escasa lectura y comprensión bíblica. Lamentablemente hemos confundido la salvación por fe como licencia para destruir fundamento sólido y por consiguiente hemos desechado el llamado que Dios nos hace a estar alertas y activamente contemplando Su palabra para poder discernir Su hermosa voz.

En este capitulo de Hechos se presenta a Pablo y Bernabé opuesto a aquellos que querían judaizar imponiendo a los gentiles parte del antiguo pacto. El debate produjo que la iglesia enviara a los misioneros a Jerusalén para que los apóstoles resolvieran el debate. Este es un ejemplo para seguir, no son nuestras palabras o la de otros hermanos lo importante para resolver un debate doctrinal sino el volver al fundamento dado a los apóstoles y profetas (Ef. 2:20), aquellos a los que les fueron dado las bases de nuestra fe.

Luego de un debate intenso Pedro se levanta y testifica lo que el Espíritu Santo le ordenó hacer lo cual sería el primer acercamiento de la predicación a los gentiles. El apostol utiliza esto como base para también hacer comprender a los fariseos que habían creído (los que postulaban que los gentiles debían circuncidarse y guardar la ley), que los gentiles habían recibido al Espíritu Santo como ellos por haber escuchado y creído el evangelio y no por la imposición de leyes del antiguo pacto. Advirtió el no imponer un yugo innecesario ya que su salvación era resultado de la gracia salvadora del Señor Jesús (v.11).

 Cuando la multitud hizo silencio Pablo y Bernabé testificaron de como Dios había confirmado su propósito con los gentiles al obrar señales y prodigios entre ellos.

 También Santiago (Jacobo) citando una profecía de Amos 9:11-12, exhortó a los hermanos para ayudar a comprender lo que estaba sucediendo. Esta iluminación que vino a él fue por obra del Espíritu Santo quien prometió guiarnos a toda verdad (Juan 16:13-15).

 La intension del Espíritu Santo al inspirar todas las escrituras y además mostrarnos este patrón es revelar Su intervención en medio de la iglesia no importando su situación. Motivarnos como creyentes a leer, meditar y ser iluminados por ellas para que al evaluar los eventos que nos rodean podamos disfrutar deleitosamente de la confianza de entender que Dios habló, por esto ser coherentes a Su revelación, a Su propósito en Cristo y a la consolación de Su pueblo hoy.